Apoyo a la Intervención Educativa

lunes, 28 de noviembre de 2011

La Escuela Nueva o Escuela Activa: el niño como el centro donde gira la acción educativa


El Movimiento pedagógico de la Escuela Nueva es responsable, en gran medida, en la forma de trabajar  actualmente con los niños pequeños. Este movimiento lo forma un conjunto de personas e instituciones que en un momento dado (finales del siglo XIX) se replantean la forma de cómo se estaba educando a los niños.
Aunque las aportaciones concretas de los autores son diferentes todos defienden una idea común: “la educación debe interesarse por la actividad del niño cuando aprende”. La Escuela Nueva es una reacción frente a la enseñanza tradicional de carácter “verbalista” que sólo se preocupaba por lo que “se enseñaba” sin interesarle la actividad (física y mental) que realiza el niño “sobre el material” enseñado ni sobre el interés o motivación del menor con ese material.
La Escuela Nueva plantea una educación al servicio del niño y de sus necesidades.Este movimiento también se interesa por lo que hay que enseñar y cómo enseñar, pero desde la perspectiva de las necesidades propias de los niños y no sólo de los adultos. Hasta entonces se enseñaban muchos contenidos alejados de la realidad cotidiana de los niños, siendo la clase magistral (exposición sólo del educador y escucha del alumno) la forma metodológica fundamental.
Podemos decir que la gran aportación de la Escuela Nueva es que revaloriza una de las tareas de la educación: la autoeducación.
A continuación delimitaremos principios en los que se apoya los tres grandes ejes educativos que, a nuestro modo de ver, caracterizan a la Escuela Nueva:
- Puerocentrismo: La educación debe centrarse en las necesidades del niño en relación a sí mismo y en relación a la sociedad a la que pertenece. El centro de la educación no es el educador que enseña. La educación debe centrarse en el niño que aprende; el educador guía, orienta, estimula y promueve la propia actividad interna (memorizando, comparando, inventando…) y externa del niño que realmente es lo que hace que éste aprenda.
- Individualización (no confundir con enseñanza individual). La educación debe centrarse en las necesidades particulares de cada uno de los niños y niñas. La educación debe cuidar de todos y cada uno de los niños en función de sus necesidades. Se educa para niños concretos; no se educa para una “generalidad” o “niño virtual”. La escuela debe tener en cuenta el estado evolutivo del niños concreto y, a partir de sus intereses y motivaciones (no confundamos con sus caprichos) ponerle en contacto con nuevas experiencias y contenidos educativos.
- Socialización: La enseñanza debe favorecer la entrada de la “vida” en las escuelas. La escuela no puede ser una isla con unos contenidos de estudios que no se relacionen con la vida real. La sociedad debe entrar en la escuela; los problemas de la realidad, las costumbres, las distintas formas de vida… deben ser objeto de vivencia, estudio y de reflexión. La escuela debe promover que los niños y niñas estén mejor preparados para enfrentarse a la realidad cotidiana que encuentran fuera con sus dificultades y oportunidades. La escuela no puede ser una “isla” con una vida artificiosa.
- Naturalismo: algunos precursores y miembros de la escuela nueva aprecian que los niños aprenden también en sus ambientes naturales (familia, trabajo…), esto hace que se interesen por el aprendizaje que se produce a través de la actividad práctica en estos ambientes, para traspasarlos a la escuela. Muchos de los autores defienden como método educativo tanto el traer objetos del exterior a la escuela para trabajar con ellos, como la de representar trabajos o tareas que se realizan fuera de la escuela (imprenta, médico...).
Para terminar les presento la siguiente reflexión: el trabajo en la educación, como en cualquier otra profesión, es muy proclive a la rutina y esto nos puede llevar a realizar prácticas educativas alejadas de las necesidades de nuestros niños y niñas; En este sentido, el movimiento de la Escuela Nueva, es un movimiento valiente y comprometido que rompe con las prácticas educativas “apartadas” de la realidad de los niños y niñas y busca, a través de la observación, acercar la enseñanza a las necesidades de los menores. Lean la biografía de estos autores, y aparte de informarse de su propuesta pedagógica, podremos observar que tuvieron el “coraje” desterrar las prácticas que hemos dado en llamar rutinarias.

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